Mi existencia reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato

domingo, 20 de abril de 2014

Reunión


Tenéis juventud. Y es genial. Quien ha sido joven una vez, es joven para siempre. Pasar un tiempo con vosotros es estupendo. Reverdecen ideas en el alma, se siente uno más joven (y, eventualmente, más borracho, según pasa el tiempo)

Pero además tenéis valor, audacia y fe en vosotros mismos; confianza en que valéis y arrojo para lanzaros a ello. Eso es envidiable. Yo nunca tuve esa fe en mis propias posibilidades, si alguna vez existieron. Me falto la fe que el espíritu exige de los navegantes. Y os envidio. Es envidiable.

Tenéis el coraje para optar por la especialidad que preferís, aunque sea poco reconocida, cuando podéis optar por cualquier otra; el empeño y el arrojo en trabajar en las humanidades, las adaptaciones, aun cuando no sea lo que esta de moda ni en el mercado; la osadía de reclamar lo que pensáis que os pertenece y defender vuestra creación por encima de todo…

Aparte de bajar la guardia y decir muchas tonterías, y dejar al descubierto las debilidades y los pequeños vicios (espero que me disculpéis), el otro día estuvimos hablando de un montón de cosas; de la vida, del amor, el tiempo, de cine, de teatro, de historias, de estudios, de aventuras pasadas… del sentido de la vida. Tal como yo lo veo el sentido de la vida no sólo es hacer las cosas “por follar”; lo que le va dando sentido a la vida son las reuniones como la del otro día, las cosas que convierten en especial el vivir diario, aunque también se pueda encontrar sentido en las pequeñas cosas rutinarias.

Lo pasamos bien.

Sólo espero que dentro de veinte años, cuando me esté convirtiendo en un anciano impertinente y coñazo, y vosotros seáis una doctora modelo, súper apreciada por sus pacientes, un prestigioso traductor reclamado por las editoriales inglesas, o un popular dramaturgo con obras estrenadas y esperadas (casi seguro fuera de España), queráis seguir compartiendo ratos conmigo. Para mi seguiréis siendo igual de jóvenes; las personas queridas no envejecen.

Pero antes de eso hay y habrá otro montón de oportunidades. Antes de que eso llegue, (o por si acaso me hacen otra prueba médica y me dejan en la cuneta) ahora viene el puente del trabajo, y la Feria (o la Feria más larga de la historia, según se mire)

Os espero en dos semanas. Eso incluye a Juan, estupendo fichaje, y a Carmen, a ver si esta vez sí la pillamos. y a Berta. Y a todos los que se quieran apuntar.

Un beso a todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué bonito, Javi! El sentimiento es recíproco. En la vuelta a casa en bus mi cabeza (y el corazón) eran un hervidero: de ideas, ilusiones, vida. Puede que todo esto (incluido el arrojo -ya que nos han empujado hasta el abismo, es lo único que nos queda: arrojarnos y hacerlo con arrojo-), todo esto, decía, puede que no sea más que un estado mental, pero está bien cultivarlo con reuniones como las del otro día.

Nos vemos pronto, claro que sí.

Un abrazo,

M.

Javi dijo...

Aunque sea estado mental, es estupendo.
Es como la actividad ficticia de Woody Allen...

Nos vemos pronto... ya huele a Feria

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