Mi existencia reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato

martes, 4 de septiembre de 2012

Calidad de Educación

Estoy pensando en que acabo de comenzar mi catorceavo año como profesor. En este curso se anuncia una nueva ley de calidad en la educación. Desde que doy clases he conocido cuatro leyes de educación. Soy incapaz de recordar el número de reformas, interpretaciones, aclaraciones, ordenes, reglamentos y aplicaciones torticeras. Llegue a tener un archivador completo con todas esas cosas. Hubo un tiempo en que me las aprendí y trabajé. Es un lio tremendo, porque los textos no paran de estar parcheados, y todo es cambiante. En Suecia, segundo pais en calidad en educación según el informe PISA, y primero de Europa, llevan con la misma ley desde 1973. En Suecia, por cierto, las horas lectivas del profesorado son menos que eran aquí. Mucho menos este curso que nos las han aumentado. Y aun así son los segundo del mundo. Nosotros aumentamos las horas y bajamos en el ranking. Que cosas.
Y sigo pensando. Pienso que no soy capaz de recordar muchas de esas leyes y reformas, ordenes e interpretaciones, que en realidad terminara repercutiendo en la "calidad de la educación". Siempre sirven para contentar a una ciudadnía conformista, que busca solución inmediata (y barata) a problemas que no quiere solucionar. Pero la calidad, lo que se dice calidad en la educación, no es que no mejore, es no se plantea en realidad fuera del preámbulo de las leyes.
Creo que me he ganado el derecho a ser esceptico (como poco) con la futura ley de calidad de la educación. Más aun cuando proviene de un analista que no parece conocer la realidad de la educación en España sino a tavés de estadisticas. Datos en un papel, sobre trabajo con material humano...
Creo que yo no conoceré un repunte en la calidad en la educación. Antes tendría que haber un repunte en la calidad de sociabilización, del sentido de lo público, del respeto a lo común...
En eso estoy pensando...