Mi existencia reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato

miércoles, 6 de abril de 2011

Mi futuro profesional avanza en otra dirección

Desde Diciembre he andado un poco cabizbajo. Ya sabéis que mi situación con la educación va siendo insostenible. También sabéis de mis intentos por cambiar de futuro profesional.
Lo que no todo el mundo sabe es que debido a la intensidad y la tensión del mundo del toreo, el 22 de diciembre me detectaron hipertensión. Resulta que los mareos que tuve unos fines de semana atrás parece que fueron debido a eso y no a problemas cervicales. A mi me extrañaba, ya que debido al intenso entrenamiento de los matadores, tenía las cervicales en prefecto estado. Pero nunca se sabe; una lesión, un pequeño pinzamiento…
Pues no, fue la tensión. Y ya que debido a mi esplendido estado de forma y mi cuidada alimentación no presentaba ningún factor de riesgo, los médicos decidieron que mi hipertensión vendría dada por el stress. Y me desaconsejaron continuar con mi carrera de diestro.
Tampoco parecía muy razonable para la tensión la actividad como agente secreto (aunque de vez en cuando me entrego a misiones especiales, con una nueva banda sonora, yo os contaré).
Entonces fue lo del baile. Hacer ese tipo de ejercicio ayuda a bajar la tensión. Pero, la verdad, no me veía bien como danzarín, y, dado que mis compañeros de baile también insistían en ello, terminé dejándolo.
Así que estaba abocado a seguir en la educación. Curiosamente los médicos no consideraron la posibilidad de que la situación de stress fuese debida precisamente a dar clase.
Y esto me ha sumido estos meses en un mar de confusión y dudas que me han tenido apartado del blog. Encerrado en el mundo de la educación, pensé (pienso todavía) en diversificar y centrarme en el adiestramiento canino (la gente ignora cuan parecidos principios se ponen en juego en ambos terrenos).
Pero ha llegado la primavera, y todo ha cambiado, me siento más animado, y de pronto, una nueva oportunidad se ha abierto ante mi. Una cosa que me ha ayudado mucho ha sido no abandonar mi rutina diaria de ejercicios.
Abandonada la idea de participar en la temporada de abono, coincidí en una cena con uno de los administradores judiciales del Betis. Teníamos amigos comunes, y fuimos presentados.
Estuvimos charlando un rato y salio el tema de las grandes dificultades que tiene la segunda división, y las lesiones que tienen en cuadro a la defensa bética. Y entre la charla dejé caer que yo siempre había sido un defensa correoso, pero de buen pase en largo, y que aun me mantenía en forma. Dije que ahí estaba Belenguer con sus 38 tacos. En fin, la cosa no pasó a más, y seguimos charlando de otros temas más banales…
Pero pocos días después recibí una llamada de la secretaría técnica del club; que al parecer Mel estaba interesado en verme jugar y en caso positivo, contratar mis servicios hasta final de temporada, y que luego ya veríamos. Como no tenía agente le dije que hablara con el director de mi instituto.
Y he cerrado el acuerdo.
Desde el pasado jueves estoy entrenando con el primer equipo y espero poder aportar mi granito de arena para conseguir el ascenso. De momento todavía no he ido convocado, pero sé que el mister confía en mi, y yo estaré preparado por si tengo la oportunidad.