Mi existencia reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato

lunes, 9 de noviembre de 2009

Una semana frenética (I: un mal padre)

Hay días (o semanas) en que, sin razón aparente, te entran ganas de terminar asuntos pendientes, y te pones a ello como si no hubiera un mañana. Te acuestas con la sensación de que queda todo por hacer… tensión e impaciencia por todas partes. Pues la pasada ha sido una de esas semanas. Entre otras cosas me he puesto al día en los blogs (este y el de las 25 mejores) y me comprometo a seguir. Aquí con entradas un poco más cortas. Pero no ha sido todo, que va.
Sucede que cuando sentamos a los niños por la tarde a ver algún dvd, para poder sacar algo de tiempo para nosotros, siempre tengo el remordimiento de mal padre, de que debería estar más tiempo con ellos, pintar, jugar, contar cosas… Así que en esta semana, que me han entrado ganas desesperadas de afrontar mil proyectos, también me han entrado los reconcomios de mal padre. En realidad creo que cuando más tiempo hablo con ellos en a la hora del baño por la tarde. No se si será suficiente, pero ellos se la pasan muy bien. En fin…
Con los niños empezó la semana con la resaca del cine. Carlos el martes nos contó que se lo había contado a su seño. “La seño Mercedes”. Y el miércoles fue al teatro con el colegio a ver “El patito feo”. Como el miércoles entro tarde, pude dejar a Ángel en la guardería y volver al colegio para despedir a Carlos a las 9’30 en la salida de los autobuses. Cuando salió por el patio y me vio le hizo una ilusión inmensa. Se despedía de mi en la puerta del autobús… fue genial. Y yo me sentía enorme.
Luego nos narraba el viaje como si fuera algo tremendo: la Giralda, la Torre del Oro… luego el patito, su madre… un lío sin sentido, pero con mucha emoción.
¿Es suficiente? No se.

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