Mi existencia reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato

domingo, 18 de abril de 2010

Domingo tarde

Con los días cada vez mas largos, con las tardes cada vez más luminosas (ese color ocre lento que ya van teniendo las tardes, esa luz renacida que parece que se derrama espesa como yema de huevo sobre todas las cosas y las hace inmóviles), a ver quien es el guapo de ser responsable, y retirarse pronto, con la vitalidad que la luz te pega al cuerpo.
Y con la Feria ahí al lado.
Anda...

A vivir que son dos días, y uno llueve.
Como hoy, lo cual no ha sido óbice para no ir a comer.

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