Mi existencia reflejada en los espejos cóncavos del Callejón del Gato

jueves, 15 de abril de 2010

Ayer y hoy

Cuando ayer fui a recoger a Carlos al mediodía, hubo una madre de un compañero de Carlos que se sorprendía de que tuviera tiempo para todo: “traes a los niños, los recoges, luego te veo paseando a los perros, trabajas,… si encima haces algo en casa”. Cuando le contesté que cocino y hago cosillas, me dijo que me tendrían que clonar. Le dije que parece mucho más de lo que es, pero ella se sonreía.
En realidad en muchas cosas de casa (y del trabajo, y de todo, vaya) soy procastinador. Pero hay días que sorprenden. A ver ayer.

Ayer
Levantada: Oficial, 6’30. Estaba tan cansado del lunes (montada en bici, acostada tardía) y del martes (reuniones hasta las nueve menos cuarto, acostada más tardía), que me cuesta plantearme la tabla de abdominales habitual. La pereza me puede, estiro algo y crujo la espalda, pero como tenemos planteado montar en bici por la tarde, lo dejo.
Niños vestidos: Dos medios. Se levantaron con tiempo y ganas, así que Eva pudo ponerles camisetas y calcetines. Yo los completé.
Niños desayunados: Dos.
Niños repartidos: Dos, en tiempo y forma.
Camas hechas: Una. La de matrimonio. Me toca los miércoles.
Pares de zapatos recogidos: Cuatro, que andaban dispersos: de la bici, de las abdominales, olvidados. (Tenía cuatro pares de zapatos por medio, si lo sé, soy un desatre. Yo lo llamo procastinar) Resultado: satisfactorio.
Bajadas al trastero: Una. La cafetera antigua y el jamonero. El jamón se ha acabado. Justo pa la Feria.
Lavadoras puestas: Dos. Una oscura y otra clara. (Mucha ropa: procastinar) 
Lavadoras sacadas: Dos. Resultado: Satisfactorio.
Secadoras: Tres. Una de ropa tendida anteriormente, pendiente de secado.
Tendidos recogidos: Dos. Resultado: Normal. La ropa de los niños la guarda habitualmente Eva. Fuente de conflictos constante.
Tendidos pendientes: Uno.
Camisas dobladas: Dos. Pendientes desde la plancha del viernes. Resultado: Satisfactorio.
Pares de calcetines recogidos: seis.
Gayumbos: tres.
Mensajes contestados: Uno. Recibí con sorpresa hace unos días un mensaje de un antiguo compañero del cole. Ayer pede contestar. Resultado: optimo: me contestó en seguida y estoy pendiente de contestarle.
Comentarios escritos: Uno. Lucía.
Pedidos realizados: Uno. Dos CDs de Mancini (he pecado, again)
Clases lectivas: Una. Laboralmente hoy es el día ideal. Si fuera un grupo bueno, sería la caña.
Guardias: Dos. Tranquilas.
Almuerzos preparados: Primer plato. Pero fácil; (tenemos prisa porque después de recoger a Carlos vamos a ir a Ikea. A estas alturas todavía pensaba montar en bici después) En fin, pasta con tomate y atún. Resultado: mejorable.
Niños recogidos: Uno. Es cuando sucede el comentario elogioso. Fui en coche, para luego ir a Ikea. Habitualmente voy en bici.
Sillas compradas en Ikea: Seis. Para la terraza. Otras compras: olla de pasta, vaporera, dos fregonas.
Deporte en Ikea: Acompaño a Ángel al servicio (Carlos ya había ido con Eva) Eso implica un paseo por todo el centro comercial. Hacemos pesas levantando las sillas y cargándolas en el carro y después en el coche.
Donuts consumidos: Uno. Resultado: medio.
Cafés consumidos: Uno. Resultado: me quemé la lengua. Todavía la tengo lastimada.
Mesas compradas: Una. Hipercor. La llevan a casa. Ya eran las seis y media, no había bici.
Cenas preparadas: Dos: la de los niños (arroz del puchero; Ángel estaba sueltecillo) y la nuestra (Ensalada de atún con pimiento rojo y cebolla frita) Resultado: Satisfactorio.
Niños bañados: Dos. Resultado: Satisfactorio.
Niños acostados: Dos.
Minutos de televisión: Unos 20. El final de The closer, en calle trece mientras cenábamos.
Paseo de perros: Uno. Breve. Lola no había terminado durante el paseo con Eva, porque les sorprendió la lluvia. Resultado: Satisfactorio; Lola “terminó”, llamé a mi padre mientras y hablamos de la Feria inminente…
Camita: A las doce y cinco. Un poco de lectura y a cerrar los ojos.
No está mal, después de todo.

Hoy.
Se preveía un día aligerado, porque hoy el ayuntamiento convoca competiciones deportivas entre institutos, que se llevan cabo en Hytasa. Como yo detesto el deporte, la competición y a buena parte de mis alumnos que compiten, me abstuve de ir. Pensaba que no iba a venir casi nadie, y he tenido todas las horas de clase. Descafeinadas, eso si, ya que tampoco puedes avanzar demasiado póquer hay ausencias justificadas. En la guardia escribo esto. En fin.
Pero supongo que de todas formas el día no será tan ajetreado como ayer.
Levantada: Oficial, 6’25. Hoy no hay tabla de nada, porque entro a las 8’15. Tiempo justo de ducha, vestirse, despertar, vestir, desayunar y repartir a los niños.
Niños vestidos: Dos
Niños desayunados: Dos.
Niños repartidos: Dos, en tiempo y forma.
Horas lectivas: Cuatro.
Guardias: Una.
Previsiones: Lluvia al 50 %. Saxofón: moderado. Pero el jueves pasado ya toqué, después de mucho tiempo. Recogida de Carlos en bici. Hoy no habrá lavadoras, ni ropa pendiente, ni otras cosas. Pero si prepararé el almuerzo, aunque todavía no se qué.
Ya veremos.

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